domingo, diciembre 18, 2005

Toda la mañana ha hablado el viento


Toda la mañana ha hablado el viento
una lengua extraordinaria
He ido hoy en el viento.
Estremecí los árboles.
Hice pliegues en el río.
Alboroté la arena.
Entré por las más finas rendijas.
Y soné largamente en los alambres
Antes -¿recuerdas?-
pasaba pálida por la orilla del viento. Y aplaudías.

Enriqueta Arvelo Larriva

7 comentarios:

Mármara dijo...

Me ha desconcertado, la lectura del texto que has elegido hoy. Por el final, sobre todo.

Roma dijo...

Sí. A mí también me desconcierta. Me parece una poesía muy enigmática. A veces, muchas veces, una no sabe a ciencia cierta qué es lo que le atrae de algo, pero no puede dejar de sentirse atraida aunque no entienda, o quizá sea precisamente por ello.

Mármara dijo...

Ya sé qué es lo que me desconcierta de esta poesía. Los ocho primeros versos son, para mí, el relato de una liberación, de un dejarse ir, sin ataduras. Los dos últimos significan que la persona que estaba junto a quien escribe, y se ha liberado, se mostraba muy conforme con la quietud que constreñía su vida.

Roma dijo...

Y dices que no eres amante de la poesía? Pues para no serlo la lees muy bien. Me ha gustado la lectura que has hecho, pero sigo pensando que el final es enigmático, y que la sonrisa puede significar conformidad, pero no necesariamente, y que esa persona de "al lado" puede ser "otra" pero puede ella mismo, y entonces sería ella misma quien se sonríe de ella, no?
Glup!, qué te parece mi lectura?

Roma dijo...

Perdón, he dicho "la sonrisa" porque pensaba en en el gesto de "sonreir" en lugar de en el de "aplaudir" mientras escribía el comentario.
Seguiré pensando... en los posibles significados de ese "Y aplaudías"

Mármara dijo...

Esto es lo que tiene la Literatura, no sólo la poesía, que tiene tantas lecturas como personas se asomen al texto. Es más, puede que, dentro de un tiempo, releamos esta misma poesía y le encontremos significados muy diferentes, según nuestro estado de ánimo, según el momento por el que estemos pasando, según las experiencias que hayamos vivido desde entonces...
Me gusta tu lectura. Al fin y al cabo, ¿quién mejor que nosotras mismas, para aplaudirnos, o para sonreírnos?

Anónimo dijo...

a mi personalmente me gusta mucho, da que pensar...