jueves, diciembre 22, 2005

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Las aves que llegaban a través de los aires
por las ventanas rotas entraban y salían
con rumor semejante al suspiro que damos
de mucho demorarnos en lo que ya ha ocurrido.
Robert Frost
(Ella, en el norte, ya lo sabe)

3 comentarios:

Mármara dijo...

Gracias, Roma. No podías haber elegido mejor.
Me encantan los dos últimos versos, por lo que me reconozco en ellos.

Roma dijo...

Al final acabaré convencida completamente del todo de lo mucho que cuenta el azar en nuestras vidas. Pues me alegro de que te haya encantado, cómo no? Encantada que te encante!

Mármara dijo...

El azar, ¿dices? Bueno, sería algo a discutir, aunque yo estoy convencida de que las casualidades no existen.