La realidad sensible siempre ha sido para mí una fuente de sorpresas. También de evidencias. En un lejano artículo de 1940 aludí a la poesía como “el testimonio de los sentidos”. Testimonio verídico: sus imágenes son palpables, visibles y audibles. Cierto, la poesía está hecha de palabras enlazadas que despiden reflejos, visos y cambiantes: ¿lo que nos enseña son realidades o espejismos? Rimbaud dijo: Et j’ai vu quelquefois ce que l’homme a cru voir. Fusión de ver y creer. En la conjunción de estas dos palabras está el secreto de la poesía y el de sus testimonios: aquello que nos muestra el poema no lo vemos con nuestros ojos de carne sino con los del espíritu. La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio. El testimonio poético nos revela otro mundo dentro de este, el mundo otro que es este mundo. Los sentidos, sin perder sus poderes, se convierten en servidores de la imaginación y nos hacen oír lo inaudito y ver lo imperceptible. ¿No es esto, por lo demás, lo que ocurre en el sueño y en el encuentro erótico? Lo mismo al soñar que en el acoplamiento, abrazamos fantasmas. Nuestra pareja tiene cuerpo, rostro y nombre pero su realidad real, precisamente en el momento más intenso del abrazo, se dispersa en una cascada de sensaciones que, a su vez, se disipan. Hay una pregunta que se hacen todos los enamorados y en ella se condensa el misterio erótico: ¿quién eres? Pregunta sin respuesta… Los sentidos son y no son de este mundo. Por ellos, la poesía traza un puente entre el ver y el creer. Por ese puente la imaginación cobra cuerpo y los cuerpos se vuelven imágenes.
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Octavio Paz / La llama doble
3 comentarios:
Me ha encantado este símil de Octavio Paz, entre la Poesía y el sueño o el abrazo.
Uno fuerte para ti
Abundando un poco más en el pensamiento de Octavio Paz sobre la poesía y el erotismo, dijo una vez "Erotismo y poesía: el primero es una metáfora de la sexualidad, la segunda una erotización del lenguaje".
También opinaba que"Cada poema es único. En cada obra late, con mayor o menor grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro".
Has entresacado un magnífico texto me hace mucho reflexionar,sobre todo cuando dice que hacemos lo mismo al soñar que en el acoplamiento erótico, abrazar fantasmas.
También me ha gustado eso de llamarlo "acoplamiento erótico".
Un saludo
Otro fuerte abrazo para ti, Almena, me alegra que te haya gustado.
Este libro lleva como subtítulo la frase o palabras "Amor y erotismo", y esas frases que dices, Chusbg, que dijo una vez Octavio Paz, se encuentran dichas precisamente en este capítulo del libro, primer capítulo por cierto, y titulado Los reinos de Pan.
Lo que he transcrito es justamente el comienzo.
Un libro precioso.
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