Hace un par de días que me se me hizo la boca agua al conocer las inolvidables cenas que mi querido foliot rojo prepara para sus amigos. Y me he acordado esta misma tarde, vamos, hace un instante mismo, de que algo decía de que preparaba dos cenas más, una para el miércoles y otra para el sábado, creo. Digo, vámos para allá.
Pasen, pasen, vayan pasando, pero despacio, sin empujar, eh, que cabemos todos, y vean las veladas que se generan en un pequeño rinconcito de este plebeyo mundo.
5 comentarios:
Las cenas del foliot son míticas, en los libros de historia del futuro merecerán un capítulo aparte. Es una oportunidad única de figurar en acontecimientos importantes, así que, con el vino preparado, yo no me lo pienso perder.
Oh, sí, un buen vino, o dos buenos vinos, Bueno, voy a llamarle y a decirle que estaremos ahí en una media horita. Jajaaaa... Hummmmmm...
Qué rico, ¡encima con buen vino! Ñam ñam ñam. En las cenas, más de dos no son multitud, ¿no? Claro que no, hay tiempo para todo. Que aproveche.
Me encanta cenar con amigos, pero exijo, además de buena mesa, buena compañía. Para comer y beber bien, me basto solo, para conversar no, necesito amigos. El problema es que la conversación, no estando nunca en el menú, se deja al albur.
Jajajaja ay que bueno Roma. Que publicidad me estás haciendo. Va a parecer que nos hemos puesto de acuerdo para incrementar el tráfico de plebeyomododevida jajaja.
Pero oh siento decepcionaros amigos al final hoy no hay cena. He suspendido todos los compromisos a tenor de los últimos acontecimientos...
No, que es broma... La cena de hoy se ha trasladado al próximo martes porque uno de los amigos no podía venir, así que la siguiente cita es la del sábado, que está empezando a descafeinarse un poco. Temblaba pensando en unas 10-12 personas y al final seremos como mucho 6 y aún no se si se quedará la cosa en 4. ¿Será que no están satisfechos con mis atenciones o que? En fin, que están invitadas si quieren, que va a ser mucha comida para los pocos que seremos, ¿no les parece?
De todos modos, no esperen desgracias de dimensiones bíblicas: se trata de gente mucho más comedida y formal jajaja. Aún así, viendo las expectativas que se crean, intentaré pergeñar algo. ¿Quizas deba preparar algo incomible, para que se solivianten un tanto los ánimos? ¿O servir poderosos caldos que desaten la lengua de la muchachada? Es que sino de veras que son tan formales que no me van a dar juego para una buena historia...
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