miércoles, enero 11, 2006

Já!, qué mate...



JÁ!, QUÉ MATE...
Querida amiga,
Llevo días intentando escribir para contar lo que a continuación leerás. Primero pensé que mejor no escribía nada y cuando estuviéramos juntas te lo explicaba. Ahora está la duda de si empiezo por el principio o por el final... Teniendo en cuenta que el inicio y el desarrollo de la cuestión lo conoces, iré al desenlace final (si te sigues preguntando, intrigada, de qué estoy hablando es del tema: Jesusito ya no de mi vida).
Sabes de todas las dudas que se han ido acumulando en mi cabeza respecto a las “extrañas” circunstancias que rodearon nuestra relación desde el principio... las cosas fueron torciéndose, aunque ahora creo que estaban curvadas ya en su origen y no hay peor ciego que el que no quiere ver (en este caso, la ciega era yo).
Su habilidad para hacerme sentir bien anulaba cualquier resquicio de funcionamiento neuronal en mi cerebro. Reconozco mi ingenuidad. En cualquier caso, lo bueno de ir de ilusa por la vida es que, de cara a la galería, piensan que no vas a ser capaz de atar cabos... y eso hace que “la galería” cometa errores. Errores que yo iba archivando en mi memoria; cuando hubo suficiente información acumulada ésta se transformó en conocimiento y decidí actuar en consecuencia.
Él me acostumbró a tenerlo a “ratitos” (estaba muy ocupado con sus asuntos) y yo creía todas sus excusas; aún así me daba cuenta de situaciones extrañas. Cada vez que le decía algo al respecto, o se callaba, o lo achacaba a sus “circunstancias”. Tenía ganas de estar solo, no quería abusar de mi paciencia, etc, etc... ¡fíjate! que buena persona... sus constantes desapariciones eran para que no me cansara de su monótona verborrea. Ninguna paciencia es infinita y la mía, mayor de lo normal, tampoco.
Un fin de semana en el que, como de costumbre, no apareció, me cansé de ser Penélope en espera de Ulises y fui a ver el mar. El paisaje marino me ayuda a organizar las ideas. Decidí olvidar aquella historia de pareja en la que sólo funcionaba una parte: la femenina. Para mí es más fácil recoger velas cuando tengo a la vista el puerto, en caso contrario: cuando me quedo sola en el océano, suelo naufragar. Así que empezó la partida de ajedrez: femenino vs masculino. Le dejé las fichas blancas y empezó a mover.
Durante el tiempo que duró la partida, aprendí a observar sus movimientos, palabras, reacciones y silencios... Es muy hábil seduciendo, un as de la mentira, un Don Juan venido a menos.
Me sorprendía que pasara tanto tiempo delante del ordenador, diciendo trabajar, cuando no avanzaba en sus labores. En la era tecnológica que vivimos encontró un mercado floreciente virtual. La red está llena de mujeres solitarias y de cazadores sin corazón.
No es difícil acceder a correos electrónicos ajenos cuando te han facilitado las claves para el “ábrete sésamo” (ventajas de mi ingenuidad, no creyó que fuera capaz). Lo que descubrí me asombró, no tanto por saber hasta qué punto mentía, sino porque confirmaba mis sospechas respecto a él... y si así era en el terreno virtual... lo tomé como una referencia para investigar su realidad.
En una ciudad pequeña, como la mía, tarde o temprano alguien te dice que ha visto al Sr. X acompañado, o salir con frecuencia de un portal. El Sr. X, como podrás adivinar, es Jesusito ya no de mi vida. Pasé una tarde sentada en el banco de una plaza donde está el portal del que le habían visto salir... Él me comió una torre, dijo estar “en el despacho de su abogado”.
Yo movía en el tablero, jugué con mi reina. Una llamada telefónica, una pregunta... sirve para levantar sospechas razonables.
El Sr. X jugaba a tres, o más, bandas. Resultó ser una tarántula experta en tejer tramposas redes, sin importarle nada, ni nadie. La partida dejó de ser “femenino vs masculino”; se transformó en la vieja historia: “el bien contra el mal”. Tanta filosofía respecto a las diferencias naturales entre los sexos hace olvidar las semejanzas humanas entre los géneros. Y en este punto, el bien y el mal, somos unisex.
Más que en el amor, la ceguera está en la dependencia, la obsesión; llegar a esta conclusión, es un camino personal e intransferible.
Con mi reina di jaque mate a su rey; las otras dos bandas decidieron seguir jugando, espero no caigan en el intento de hacer valer su dignidad.
Pronto nos veremos,
La reina de negras.
(Este texto lo leí en un blog, me gustó y lo guardé, y no anoté los datos, así que no puedo daros el nombre del blog ni de la autora, pero si lo vuelvo a encontrar lo pondré, y por supuesto que si alguno lo sabe agradeceré que lo diga, o si la autora se lo encuentra que no piense que es un plagio)

12 comentarios:

Roma dijo...

Lo encontré! Lo apunto:
http://anacrigonzalez.blogspot.com/2005/12/j-qu-mate.html

Ana dijo...

Hola Roma,

me alegra que te haya gustado y que hayas encontrado mi blog.

La reina de negras.

Tempus Fugit dijo...

Supongo que a todas nos ha tocado, en algún momento, jugar una partida, o varias de este tipo. Bien sea de ajedrez cual es vuestro caso, o de damas, cual es el mío y el de alguna amiga más. Me ha gustado este post. "Red-al", como la vida misma.

Tempus dixit.

Roma dijo...

Hola Ana
No sé qué me ha pasado, pero puse un comentario en tu blog esta mañana, y no aparece. Era un poco una explicación de cómo fue que llegué a tu blog.
Gracias por pasarte por aquí y bienvenida.

Roma dijo...

Tempus, me alegra que también te haya gustado.

Ana dijo...

Hola Roma,
con este nombre que utilices es normal que todos los blogs lleguen a ti :)
Un cordial saludo,
Ana

Roma dijo...

Jaja, lo dices por el nombre de Roma? pues no tenía ni idea. Es un nick, yo no me llamo así, aunque en la película argentina "Roma", de Adolfo Aristarain, ese es el nombre de la madre del protagonista.
Pero... los blogs no llegan a mí, no entiendo eso. Normalmente encuentro blogs buscando algo concreto y luego de mucho descartar.
Un cordial saludo y encantada de contactar con una escritora de cuentos.

Anónimo dijo...

Hola. Leí con interés toda la historia; bonita en su forma de ser escrita, triste en el fondo.
Me ha gustado mucho lo de "Más que en el amor, la ceguera está en la dependencia, la obsesión; llegar a esta conclusión, es un camino personal e intransferible." Pues sí, hasta que la persona interesada no se convence que la otra persona no le quiere no hay nada que hacer; te pueden ayudar, aconsejar, escuchar... pero al final tiene que ser uno mismo el que se convenza.
Otro punto, sin importancia ahora: “La red está llena de mujeres solitarias y de cazadores sin corazón.” No lo creo así, la red está llena de muchas cosas, personas encantadoras, personas menos encantadoras,... y también mujeres a las que les gusta ser escuchadas, dar esperanzas... pero mantener las distancias aunque sepan que la otra persona lo está pasando mal. Jaja, qué “picón” soy, pero es que hay de todo, por experiencia ;-) Pero lo dicho, esto es secundario, y puede que sí, que los hombres tengamos menos escrúpulos para jugar a varias bandas.
Bonito regreso a tu blog.

Roma dijo...

Pues creo yo, también por mi experiencia, que la red tiene enredo, todo el enredo que seas capaz de soportar, jaja.
Y ya veo y compruebo que este cuento no está cayendo en saco roto. Por algo será.
Bueno... A quién le toca mover ficha?

Anónimo dijo...

Yo creo que aquí la reina ganó la partida y el rey tuvo que salir por peteneras, jeje.

Ana dijo...

Por estadística...en la red hay más solitarias que solitarios, por experiencia...hay más depravados sin escrúpulos que hombres de bien..., en conclusión...de todo hay en la red.
Roma, pretendía recordar que al igual que todos los caminos conducen a... todos los blogs llegan a ti, ya imagino que no todos, era una manera de jugar con el refrán utilizando tu nick.
Un cordial saludo, me han gustado mucho los cuentos de Tabucchi.

Roma dijo...

Jajaaaa, claro "Todos los caminos llevan a Roma" . No caí en ello. Pues... las puertas de la ciudad están abiertas, sean bienvenidos todos a Roma.