lunes, noviembre 14, 2005

Amigas

Bueno, realmente creo que no tengo excusa, aunque diga que muchas veces pienso en escribirte, que no tengo tiempo de pararme ante el ordenador... ahora tengo mala conciencia de pensar que no cuido a mis amistades, algún día encontraré la respuesta... Voy a intentar retomar el hilo una vez más, aunque yo sé que tu lo atas rápido. Te cuento que estoy de baja, por eso tengo más tiempo, y porque está lloviendo y no puedo salir a la calle y ya salí ayer... tengo el 5º metatarso del pie izquierdo fracturado, no es nada comparable a la fractura de la muñeca derecha justo hace diez años (en adelante, suscribiré un seguro de accidentes para octubre y noviembre de cada año) pero así estoy. Por casa hago todo, pero salir a la calle es un problema porque las muletas me fuerzan la espalda y me provocan mucho dolor. Posiblemente esta semana me den el alta, y ya tengo ganas, llevo así desde el 17 de octubre. Como soy tonta del bote he pasado todo este tiempo arreglando armarios y estanterías, libros, ropa, etc. Pero también debo ser lista porque no he visto la tv más que un día, y ya tuve bastante. Te recomiendo una peli que me llegó al corazón: La vida secreta de las palabras. También he visto Una vida por delante y El jardinero fiel, y Match Point. Todas tienen parte interesante, es que me gusta mucho el cine. También leo, pero unas cosas terribles, de historia, sobre guerras y dictaduras y represiones y vidas rotas, y son más difíciles de recomendar a los que están fuera del asunto. No tengo mucho de nuevo que contar. En casa las cosas van regularmente bien, mi trabajo también y a la vista de cómo va el mundo eso debe ser más de lo deseable. Llueve, cosa que me tranquiliza mucho. En verano estuve en Berlín, mi ciudad querida, sin la familia, pero ya nada más. Me tienes que perdonar porque no te escribo, aunque si tu lo hicieses me obligaría a contestarte. En realidad no escribo a nadie, sólo uso el correo para pedir informaciones de asuntos profesionales, contactar con personal del gremio y abrir páginas también de la profesión. Oye, quedamos en que me vas a contestar con la intención de hacerlo durar más que otras veces? Ya sabemos que el contacto es intermitente, pero pongámoslo otra vez en marcha! Muchos besos y muchos recuerdos, por tanto tiempo que no te hago saber nada de mí. Rosa.

2 comentarios:

Mármara dijo...

Parece que sí, que el "silencio", a veces, nos pesa mucho. Otras, nos pesan las palabras, como a nuestro "Jardinero fiel", cuando consiguió comprender a qué "matrimonio de conveniencia, que sólo podía dar hijos muertos" se refería la auténtica heroina de esa historia.
Así somos, las personas, siempre soportando sobre nuestras espaldas algún peso añadido. A veces el del silencio. A veces, el de las palabras.

Roma dijo...