viernes, abril 13, 2007

el espectáculo somos nosotros

La humanidad, que en los tiempos de Homero era un objeto de contemplación para los dioses olímpicos, ahora es un objeto de contemplación para sí misma. Su autoalienación ha alcanzado tal grado que puede experimentar su propia destrucción como un placer estético de primer orden.
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Walter Benjamin / Iluminaciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tal vez se cansó la humanidad de ignorar si la observación de los dioses sobre ella era por divertirse o con un secreto designio que desconocía. Optó por licenciar a los dioses y mirarse a si misma. Lo asombroso es que el espectáculo le agrado: tiene toda la razón Benjamin, que por cierto se suicidó en Port Bou, Girona, españa, cuando supo que no podría alcaqnzar Lisboa en su huida de los nazis porque España le obligaba a volver a Francia, donde le esperaba el campo de concentración. Su final le dió la razón.