domingo, septiembre 17, 2006

pessoa: directo al centro de la diana


Me da más pena de los que sueñan lo probable, lo legítimo y lo próximo, que de los que devanean sobre lo lejano y lo extraño. Los que sueñan en grande, o están locos y creen en lo que sueñan y son felices, o son devaneadores sencillos, para quienes el devaneo es una música del alma que los arrulla sin decirles nada. Pero el que sueña lo posible tiene la posibilidad real de la verdadera desilusión. No puede pesarme mucho el haber dejado de ser emperador romano, pero puede dolerme el no haberle hablado nunca a la costurera que, hacia las nueve, dobla siempre la esquina de la derecha. El sueño que nos promete lo imposible ya nos priva con eso de ello, pero el sueño que nos promete lo posible se entromete en la propia vida y delega en ella su solución. Uno, vive exclusivo e independiente; el otro, sometido a las contingencias del acontecer.
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Fernando Pessoa / Libro del desasosiego.
Traducción de Perfecto E. Cuadrado.

6 comentarios:

Mármara dijo...

"Aquella noche, el ciego soñó que se había quedado ciego".
José Saramago, "Ensayo sobre la ceguera"
Vaya, Roma, me has dado en todo el ojo, hija. Y el caso es que no sé a qué carta quedarme, si a la independencia exclusiva, o a las contingencias del acontecer.

chusbg dijo...

Este Pessoa siempre da en el clavo, es que no le deja a uno ni soñar tranquilo. No me había parado nunca a pensarlo que estoy sometido a las contingencias del acontecer, este Pessoa, a veces le pone a uno delante de sus miserias pero lo hace con una gran belleza literaria.
Un saludo

Me toca la palabra nbgrojd me suena a un tenista sueco que era muy bueno, pero estoy seguro que no entrará a la primera.

el foliot rojo dijo...

Roma, yo estaba meditando si llevarme "El libro..." de viaje, pero he decidido que mejor no, que quiero disfrutar de las vacaciones y no cortarme las venas en algún parque...
La palabra: rigppp. Es la inscripción que pusieron en la lápida de un tipo que tenía carraspera: lo de rip a secas le pareció un poco vulgar a la familia...

Luis Rivera dijo...

micbiw: tiene algo que ver con los microbios, ¿será mi catarro?

Este Pesoa muestra aquí una enorme lucidez sobre todo en su última expresión "contingencias del acontecer" Lo contingente, lo que puede y no puede ser, lo que no es necesario para la marcha normal de las cosas. Somos contingentes y nada más natural que nuestros aconteceres, los reales y los soñados, que npodrían ser reales, de dar un paso, sean contingentes también.
Después de todo, lo normal es no saludar a la costurera y mucho menos pedirle una cita: eso lo hace contingente. Pero no es un sueño (lamento matizar a Pessoa) sino un deseo reprimido. Podría salis a la calle, girar a la derecha, alargar el brazo, cogerla por el codo y hablalrle: es así de sencillo salvo que la timidez se lo impide.
Nop habla de sueños sino de deseos reprimidos.
La lucidez de Pessoa emerge de sus miedos.
¿Pensaría la costurera que le gustaría que ese señor, al que ella nunca se dirigiría por la diferencia de nivel, le dirigiera la palabra? ¿Era Pessoa un buen partido? Me temo que no a la primera y no a la segunda.

Roma dijo...

SANLW, es lo que me pide, parece un saludo romano, querrá recordarme quizá que saludar es señal de buena educación? SANLW a todos, muy buenos días, paréceme que Pessoa no nos deja fríos a ninguno, a Mármara le ha dado en el ojo, a Detrás del reflejo le ha hecho formularse una pregunta que ahí quedó expuesta para que el que la pueda contestar, a Chusbg este Pessoa se le mete como una piedrecita en el zapato y no le deja soñar tranquilo, el Foliot decide que no se lo llevará como compañero de viaje tal y como tenía pensado, y Luis coge al toro por los cuernos a pesar del resfríado.
Y yo? yo lo único que puedo decir es que fue precisamente la frase "No puede pesarme mucho el haber dejado de ser emperador romano, pero puede dolerme el no haberle hablado nunca a la costurera que, hacia las nueve, dobla siempre la esquina de la derecha." la que me pareció el ejemplo genial de lo que estaba tratando de decir. Creo que lleva parte de razón Luis al matizar en esa dirección de distinguir entre sueños y deseos reprimidos, pero creo que eso ya lo está haciendo Pessoa precisamente al hablar de las contingencias, al hablar de la desilusión a qué están expuestos los que sueñan lo probable, lo posible, lo próximo. En los sueños a lo grande, en soñar lo imposible, no cabe la desilusión, no hay deseo reprimido, el deseo es el sueño y se sueña lo imposible sin miedo a nada. Es en soñar lo posible en donde cabe el dolor y la frustración, y no siempre se trata de deseos reprimidos aunque se puedan confundir. Creo yo. La verdad, jaja, es que ese pensamiento daría para mucha conversación, a mí me gusta leerlo, despacio, palabra a palabra, es como degustar un manjar poniendo todos los sentidos tratando de saber de qué está compuesto, paladeándolo una y otra vez.
SANLW! amigos.

Luis Rivera dijo...

Pero eso es justamente el quid de la cuestión, Roma. El ser contingente es que si no es no pasa nada y si es pasará otra cosa que no va a pasar. Es el deseo reprimido en la medida en que uno no está dispuesto acruzar la calle y arriesgar la propiedad de este lado de la misma.
Lo absurdo, para Camus, es la diferencia entre lo que debería ser y lo que es cuando nos quedamos en lo que es: el sueño imposible de la luna que tiene Calígula: no todo lo deseable es posible.
Creo que lo que pasa con pesoa es que algo de él vive en todos nosotros, los que somos como somos, es decir: vulnerables, probablemente tímidos, sensibles (en mayor o menro escala y al gusto de cada uno). Pesoa, en la vida real era desgraciado y se evadía aoptando diversas personalidades y escribiendo con otros nombres. Su huída de sí mismo es el ejemplo que nos pone y sinceramente, pese a que me ha sido muy útil y he disfrutado asomándome a sus abismos (a veces compartidos por mi mismo) yo, como el foliot rojp no me lo llevaría de viaje, para poder disfrutar del mismo.
phnfvf (suena a puafff)