viernes, febrero 03, 2006

El arte y el tiempo


¿Quiénes son mis contemporáneos? - se pregunta Juan Gelman.
Juan dice que a veces se cruza con hombres que huelen a miedo, en Buenos Aires, París o donde sea, y siente que esos hombres no son sus contemporáneos. Pero hay un chino que hace miles de años escribió un poema, acerca de un pastor de cabras que está lejísimos de la mujer amada y sin embargo puede escuchar, en medio de la noche, en medio de la nieve, el rumor del peine en su pelo; y leyendo ese remoto poema, Juan comprueba que sí, que ellos sí: que ese poeta, ese pastor y esa mujer son sus contemporáneos.
Eduardo Galeano / El libro de los abrazos.
(Para mi estudiante favorita, Tempus Fugit)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí, hay sentimientos, actitudes, comportarmientos inherentes al ser humano y que son intemporales y se pueden encontrar reflejados en cualquier testimonio artístico antiguo (pero no por ello no vigente). Besos.

Marcela dijo...

Si es que le lejanía o la cercanía no depende del tiempo exclusivamente, los afectos tienen mucho que decir en eso.

Tempus Fugit dijo...

Esta aprendiz de todo y maestra de nada, te da las gracias, Roma. Al menos aprendo algo cada día. Eso me hace mantenerme viva y respirar. Gracias, amiga mía, de nuevo.

Tempus dixit.