Los mil gestos producidos dentro de una larga convivencia explican, en silencio, mudas palabras de amor. Y es que el cuerpo, en su movimiento torpe, pesado y soso, continuamente dice lo que le pasa y siente. Por eso, a veces, cuando acostados apoyo mi brazo en tu cadera, en cansado gesto, no busco el inicio del juego de la pasión, sino que procuro el reposo de mi derrota en tu cuerpo tranquilo y ajeno de conflictos.
José Manuel Fernández Argüelles / Reposo.
José Manuel Fernández Argüelles / Reposo.
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