martes, noviembre 28, 2006

"vápara" Gonçalo Afonso Dias




Ayer recibí un comentario escrito en lengua portuguesa que no entendí.

Decía lo siguiente:

Olá!

Peço desculpa mas os autores não são os irmãoa Aires Mateus. Sou eu e chamo-me Gonçalo Afonso Dias.



Um abraço e obrigado pelos comentários!
27 noviembre, 2006 12:49
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No sabía si prestarle atención o no porque era un comentario reciente pero escrito en un post del pasado mes de junio (relacionado con una petición de ayuda que había solicitado unos días antes) y porque lo interpreté a primera vista como una anécdota. A pesar de todo no perdí ocasión de preguntar a amigos y conocidos, medio en broma medio en serio, si sabían qué decía el curioso mensajito. Y unos y otros lo hemos venido traduciendo mal porque en todos los casos interpretábamos que se trataba de una persona cuyo nombre era idéntico al del edificio en cuestión y que dejaba sus señas para demostrarlo.
Pero... hummm... había algo que me tenía con la mosca detrás de la oreja, algo que parecía estar diciendo que no, que no era eso. Y no era eso.
Ya sé, ya, ya... que ahora todos me vais a decir que estaba claro como el agua, incluso yo misma ahora lo leo y me salta a los ojos, pero ayer algo me impedía verlo así, quizá los prejuicios, las ideas preconcebidas, la manía de leer obtusamente y obstinadamente pensar que lo que pone es lo que creemos que debería poner.
Debiera haber empezado preguntándole a mi marido, porque ha sido leerlo él y traducirlo como el agua. Resumiendo: que lo que dice el escueto comentario es que el autor del edificio es él, él mismo, Gonçalo Afonso Dias, y no los hermanos Aires Mateus.
Vaya! me digo, y ahora qué le digo? qué hago? Y en esas que me encontraba pensando que qué podría hacer yo ahora... ha llegado la respuesta. Por mail. Como casi todo lo que llega. O como casi lo único que llega. Y en efecto, he recibido un mail del propio autor en el cual, y traducida al castellano, me da esa explicación con la mejor disposición del mundo, sin enfadarse, sin exigirme que rectifique, sin pedirme absolutamente nada. Y encima me da las gracias. Actitudes así no se encuentran todos los días, ni muchísimo menos. De modo que no sólo he pensado en que mi deber es rectificar y pedir disculpas, también me he sentido super favorecida por la suerte de que haya sido el propio autor del edificio el que haya terminado diciéndome de quién era la autoría del edificio y dónde se encuentra. O sea, que lo otro que he pensado ha sido que esto es !!maravilloso!!

Y para quien se sienta interesado por el trabajo de este arquitecto le apunto en avanzadilla que en el próximo número de la revista Arquitectura Viva, podrá disfrutar de este proyecto de las residencias de estudiantes del Campus de Coimbra del que hablamos (se puede ver aquí), y de este otro del Novo Teatro Municipal De Almada. Por descontado que yo, lo que se dice yo, no me lo pienso perder.

miércoles, noviembre 22, 2006

enigma y silencio

(Fotografía de Juan Peiró)

viernes, noviembre 17, 2006

esta vez "vápara" mí



No es Félix de Azúa santo de mi devoción, sólo le he leído un par o tres de libros, que me gustaron, sí, me gustaron cuando los leí la primera vez, y no me gustaron cuando años más tarde volví a ellos. El retorno, animado por el deseo de releer algo de lo que había disfrutado, sirvió para quedarme sorprendida pensando y preguntándome por qué me habían gustado y por qué guardaba un recuerdo de ellos que no se correspondía con la impresión que ahora me daban. Los libros eran Diccionario de las artes, Historia de un idiota contada por él mismo y Salidas de tono. En fin... no voy a tratar de descubrir el misterio, ni entonces ni ahora. Lo saco a cuento de que en los últimos tiempos personas cercanas a mí le leen en su blog y me comentan lo mucho que les gusta Azúa. Sin ir más lejos, ayer mismo, me dicen que qué bueno lo último de Azúa, ese artículo de Un artista de la brocha. Precisamente lo había leído esa misma mañana de ayer, y no había yo notado nada especial. Nada, pero nada de nada. Así que me dije que lo volvería a leer de nuevo para ver si encontraba lo "bueno" que se me había escapado o desapercibido. Lo hice. Lo volví a leer a ritmo de cámara lenta, yo soy un poco así, hago ese tipo de tonterías, eso de decirme que si lo leo despacio... despacio... despacio... no se me escapará nada. Pues nada. Lo mismo. No encontré de qué sentir que aquello era muy bueno. Y ya voy directa a lo que voy: que hoy, albricias, es que la vida es así, hoy me he leído el artículo de Azúa, el de hoy día 17 de noviembre, que se titula La paloma de Kant, y... me ha encantado, que todavía no seducido, pero como algo es algo pues lo digo presta.

Extraigo del texto un párrafo que es como la "mousse" del artículo, la crema deliciosa.

"Kant decía que la paloma vuela gracias a que el aire le ofrece resistencia. En un mundo sin ese molesto viento que nos mete arenilla en los ojos, no podrían existir los aviones. Si nada se te opone, no eres nada. Nos construimos gracias a que algo se resiste a nuestra construcción. Y nuestra forma física e intelectual, la de cada uno de nosotros, es el resultado de ese enfrentamiento y de los millones de detalles, variantes y matices con los que tropezamos a lo largo de nuestra existencia. Por eso Hegel tituló el célebre capítulo de su Fenomenología que trata sobre la revolución francesa: “La libertad o el terror”. "


El texto completo se puede leer aquí: La paloma de Kant.

martes, noviembre 14, 2006

lunes, noviembre 13, 2006

"vápara" alguien?


o no "vápara" nadie?

sábado, noviembre 11, 2006

tirando del hilo

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El 21 de octubre edité un post titulado la escuela de la ignorancia que para mi sorpresa y contento está dando mucho de sí.
Fue a los pocos días que pasé a echar un vistazo en ese contador espía que tengo instalado que es un primor, vaya si lo es, y me fijé oh!, ya digo que con sorpresa, en que entraban más visitantes de lo normal, bastantes más, eh!, pero que bastantes más... como para no resultarme llamativo, así que hice lo de siempre en estos casos, tampoco es que se de a menudo, qué va, precisamente por eso a una le entra el ansia de resolver misterios, indagar, curiosear y todo eso... y me dispuse pues a meter las narices de lleno y uno a uno a escudriñar los orígenes de estos numerosos visitantes que como en fila india estaban uno tras otro venga a pasearse, venga a entrar y a salir, venga a dejar sus huellas en el contador. Mi blog convertido en hormiguero sí señoras, sí señores, como lo oyen.
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Bien. Y qué descubrí? pues descubrí que las primeras en llegar procedían de un vínculo situado en el blog tierra de genistas, concretamente llegaban desde un post publicado el día 25 de octubre y titulado igualmente la escuela de la ignorancia.
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A partir de ahí... tal cual un hormiguero con sus distintas estancias, unos desde acá otros desde allá... las entradas se multiplicaban que hay que verlo para creerlo.
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el 31 de octubre en liberalismo.org se alude al tema en los comentarios al artículo titulado Críticas al cheque escolar, debate comenzado en El Almendrón.
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el día 1 de noviembre La pastilla roja publicó un post titulado también La escuela de la ignorancia.
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el 10 de noviembre el grupo tortuga publica un post titulado Jean-Claude Michéa: "La escuela de la ignorancia" .
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el 11 de noviembre en menéame.net vuelven a la carga.
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en fin, ya veis, unos enlaces se han sucedido a otros... y casi que no miento, sólo un poquito, si digo que todo el mundo que viene al blog viene para ver lo mismo, todos entran por la misma puerta, por la puerta que se abrió a la lectura y a la reflexión de un pequeño gran libro: los datos del libro los podéis encontrar en la editorial Acuarela, y algunas reseñas, opiniones o disecciones que me han parecido interesantes y que he ido encontrando sin esfuerzo al tiempo que esbozaba este post, aquí:
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miércoles, noviembre 08, 2006

cita con Antonin Artaud

"No sé nada, o más bien sé, y quizá sea muy peligroso decirlo, que no es el sentido quien crea las palabras, sino éstas a aquél"

Antonin Artaud / Textos 1923-1946.
Ediciones Caldén / Traducción de Hugo Acevedo.