Homenagem a Mark Rothko
Amarelo, laranja, limâo,
depois o carmín: tudo arde nas areias
entre as palmeiras e o mar -era verâo.
Mas no lugar do teu nome
a terra tem a cor do verde
pensativo, que só a noite
pastoreia leve.
Homenaje a Mark Rothko
Amarillo, naranja, limón,
después el carmín: todo arde
en la arena
entre las palmeras y el mar -era verano.
Pero en el lugar de tu nombre
la tierra tiene el color del verde
pensativo, que sólo la noche
pastorea suave.
Eugénio de Andrade /Os sulcos da sede /Los surcos de la sed.
Traducción de José Ángel Cilleruelo.
3 comentarios:
¡Cómo me gusta lo del "verde pensativo!
En la autopista "Y" hay un momento en el que, al salir de una curva, aparece toda la ciudad, con la torre de la catedral destacando sobre el cielo,tantas veces gris. Hoy,el gris delas nubes, descargando agua sobre el monte Aramo, era absolutamente pensativo.
He leído tu comentario en mi blog y me he acercado a ver el tuyo. Me gusta el color verde y su atmósfera, el transversal sentimiento de calma que provoca cuando nos penetra entrando por los ojos y llegando al fondo donde reposan los pensamientos. Vivo, por elección, entre verdes del bosque, ocres y naranjas. Percibo la calma como una música y la paz como un aroma. Hoy es tarde y no puedo quedarme, pero volveré otro día para conocer mejor estas cosas que escribes.
El verde pensativo... es delicioso, no? Cuando leí la poesía me pareció conocer ese color. ¿Pensarán los colores? ¿y qué es lo que pensaran? Humm, me da vértigo pensarlo!
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