Podría estar de vacaciones. Digamos que estoy de vacaciones, pero de vacaciones fastidiadas.
Y eso?
Pues resulta que el ayuntamiento de mi ciudad ha comprado la casa vecina, colindante a la mía. La ha comprado para su futuro derribo con vistas a la realización de un plan urbanístico. Somos 1651 las viviendas afectadas y amenazadas, porque o se la vendes o te la expropian, y en realidad no hay apenas ninguna diferencia. 1651 viviendas de un barrio declarado Bien de Interés Cultural, ahí es nada!.
Este plan urbanístico municipal está en estos momentos pendiente de que se emita sentencia en el Tribunal Supremo. Digo esto sólo para poner a mis lectores un poquito muy poquito en antecedentes.
En los casi 9 años de lucha y resistencia de los vecinos el Ayuntamiento ha conseguido comprar (a precios de risa) poco más de 30 casas. Y ésta de al lado de la mía ha sido una de las últimas adquisiciones.
Pues bien, el Ayuntamiento de mi ciudad, con mayoría absoluta del Partido Popular, con la terminator Rita Barberá a la cabeza, en su desidia, ha permitido que la ocupen unas personas dedicadas a la delincuencia, que tiraron la puerta de entrada abajo a base de golpes, y que llevan instalados en ella ya diez días, con sus noches.
He avisado a la policia, a toda, a la local, a la municipal, a la nacional, y en todos los casos y ocasiones me han dicho que sin denuncia de los propietarios no los pueden obligar a salir y abandonar la casa. Lo he denunciado en el Ayuntamiento mismo, primero, y luego en el juzgado de guardia. Y nada.
El ayuntamiento no es que pase olimpícamente de estas menudencias, no, no, qué va, ni mucho menos, al contrario. Lo que me está quedando más claro que el agua es que es una ocupación consentida, es más, que el ayuntamiento de mi ciudad no sólo lo consiente sino que lo induce. Lo induce.
Lo INDUCE (tengo la palabrita estrellada en el cerebro, lo siento.) Y que por qué pienso y digo que lo induce? pues porque esta casa vecina llevaba años y años vacía, en estado lamentable, ruinosa y sobra decir que no tiene ni el más mínimo de los requisitos que desde ese mismo ayuntamiento se exigen para habitabilidad, no digamos ya los de sanidad... y, albricias!, en todos estos años, mientras sus dueños eran una familia del barrio, nadie la había ocupado. Hasta la semana pasada.
Cuando me enteré de lo sucedido, que ocurrió a media noche, fui a ver a los dueños, que yo creía todavia dueños, y se lo dije, y entonces me contestaron que la casa pertenecía al Ayuntamiento desde el 18 de mayo, fecha en que se la vendieron ante notario. Así que no he podido evitar pensar mal. Justo ahora que pertenece al Ayuntamiento justo ahora es ocupada por personas que viven a su aire pasándose por alto, ignorando a conciencia, toda normativa, ya sea urbana ya sea de convivencia. Ellos van a lo suyo. Y lo suyo es hacer el agosto aprovechando que mi adorable ayuntamiento desea deprimir el barrio (y conseguir con ello a su vez hacer su propio agosto)
Estas personas le hacen una labor impagable, gratis. Ellos se dedican a un negocio que está considerado como delito contra la salud pública y con el que ganan dinero a paladas. Nadie les molesta. Si algun vecino se queja es tachado inmediatamente de racista. Y de ahí no se sale. No hay nada que hacer cuando no hay voluntad política. Y la voluntad política en esta ciudad está absolutamente dedicada al negocio del ladrillo, a la especulación inmobiliaria, al robo y al expolio. Sí. Es así de sencillo.
Pues bien, yo tengo este veranito mis vacaciones ancladas al pie de mi casa, vigilante, gracias a los nuevos vecinos que la alcaldesa me ha colocado para hacerme a mí y al barrio la vida más segura y más agradable. Ella es así.
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Vaya! tenía ganas de desahogarme!